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16 de septiembre de 2024, 22:08
El Espinal se encuentra en medio de una crisis sin precedentes, y mientras la inseguridad crece, el desempleo aumenta, y el desgobierno se apodera de las calles.
WILSON GUTIERREZ MONTAÑA.
Wilson Gutiérrez Montaña, el actual encargado de liderar el municipio, parece más ocupado en sus propios intereses económicos. La compra de un lote de apenas 11.000 metros cuadrados por 1.045 millones de pesos es un ejemplo escandaloso de sus acciones. Con el precio de la hectárea en El Espinal rondando los 150 millones de pesos, la pregunta es inevitable: ¿dónde terminarán esos más de 800 millones de diferencia? ¿Será este otro ejemplo de cómo ciertos personajes llegan a la administración pública con el único objetivo de enriquecerse presuntamente a costa del pueblo?
Lo más alarmante es que este hombre, que no tiene experiencia en la gestión de los recursos públicos, ha engañado a los ciudadanos con falsas promesas para llegar al poder. Desde su posesión, El Espinal ha visto cómo los robos, el sicariato y la inseguridad en general han aumentado exponencialmente, mientras que el progreso se ha detenido. Y en lugar de tomar medidas efectivas para solucionar estos problemas, Gutiérrez Montaña sigue usando su posición para cerrar contratos inflados, como lo hizo durante las pasadas fiestas locales, donde se pagó a los artistas invitados más del doble de su valor real. Pero la gravedad de sus actos no se queda solo en sus intentos de enriquecerse. Gutiérrez Montaña ha ejercido una preocupante presión sobre los concejales del municipio, quienes desde el primer día de su gestión le han aprobado sin objeción todo lo que ha querido. En el caso de la compra del lote, algunos de estos concejales inicialmente se opusieron al exorbitante precio, conscientes de que afectaría negativamente las finanzas del municipio. Sin embargo, utilizando su influencia en los medios de comunicación, Gutiérrez Montaña ha manipulado la narrativa para hacerlos ver como si se opusieran al progreso de El Espinal, presionándolos a través del juicio público. Este tipo de maniobras refleja un profundo desprecio por la democracia y por el bienestar del pueblo. Hoy, con solo nueve meses de “gestión”, Wilson Gutiérrez Montaña ha demostrado ser el peor líder que El Espinal ha conocido en su historia reciente. No podemos seguir permitiendo que quienes deberían velar por nuestro bienestar se dediquen a sus propios negocios, dejando al municipio a su suerte. No podemos pasar por alto la responsabilidad de los concejales de El Espinal, quienes, en lugar de cumplir su deber de control y vigilancia, se han dedicado a aprobar sin cuestionamientos todo lo que Wilson Gutiérrez Montaña propone. Es lamentable que quienes fueron elegidos para defender los intereses del pueblo se hayan convertido en cómplices de negocios oscuros, posiblemente a cambio de beneficios personales. Su rol no es aplaudir las decisiones de un mal gobernante, sino proteger a la comunidad que confiaba en ellos. Hoy en día, la gran mayoría de los ciudadanos, por no decir todos, se arrepienten profundamente de haber confiado en Wilson Gutiérrez Montaña y en los actuales concejales. Ambos han traicionado la voluntad del pueblo al ignorar sus verdaderas necesidades y urgencias. Mientras El Espinal clama por seguridad, justicia y oportunidades, ellos han preferido cerrar filas y aprobar todo a favor de un gobernante que solo piensa en su propio beneficio. Los concejales, lejos de ejercer control, han pasado por alto su compromiso con el pueblo.
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